viernes, abril 13, 2007

De Paisa a Soldado VIII

“Los Más Odiados”

Creo que sólo existe un personaje más odiado que yo en mi pelotón. Le dicen “El Tendonitis”. El sostiene que tiene un cuadro de “tendonitis” (y no tendinitis. Una duda es que tendonitis es como se dice en inglés, pero cara de gringo no tiene) en los tobillos y que no puede pagar como el resto, que no puede marchar. Lo han llevado a la enfermería y todo. El, contrario a lo que yo hago, se libra de todas las obligaciones, excepto el hacer aseo liviano. Yo no lo pesco mucho, se ve un tipo constantemente aproblemado, puesto que debe actuar siempre en concordancia con la “enfermedad”, en particular frente al resto de nosotros. A mi me tiene sin cuidado si está enfermo de verdad o no.

Hay otro par, conocido como los locos, el colorín y un panki. La “huesera” la completan otros tantos soldados, uno que ha intentado cumplir de manera permanente las ordenes y que ha sido dado de baja, pues presenta una malformación en las rodillas. Se ha ido llorando, es segunda vez que lo intenta, ha sido voluntario y se ha presentado a las escuelas de suboficiales de las FFAA. Ha sido felicitado en la orden, antes de recibir la baja de la institución. Se le ha agradecido el sacrificio, pero para él no es suficiente. Me despido de él personalmente y no me dice nada, está desolado. Su espíritu no es compatible con su capacidad física. Es, sin embargo, una definición del tesón. Quizás vuelva a intentarlo, ojalá que no. Ha sido citado por mi cabo Silva como modelo a seguir, dice que en la vida civil será un gran hombre, que debemos imitar su ejemplo. Dice que tener capacidades es sólo la mitad de la tarea. Que si tuviéramos la mitad de su espíritu no habría poder en la tierra capaz de detener la carga de infantería del Buin. Yo pienso que he tenido más suerte de la que creo y mis “sacrificios” son estrictamente algo que puedo hacer. Nunca me he esforzado más allá de mis límites. ¿Si tienes condición física y una educación buena, cuál es la gracia de ganarle a los que no?. Me siento avergonzado de sentirme tan superior. Me da mucha pena verlo llorar. ¿Qué sentirán sus papás? ¿Se sentirán tan orgullosos como yo me siento de haber sido su camarada?.

Ellos, la “huesera”, forman al final de la unidad, llegan últimos a comer y a todo. No hacen instrucción y permanecen en la cuadra haciendo aseo y esas cosas. Hay algunos que son sospechosamente enfermos, otros que están bastante desequilibrados.

Al colorín lo he visto tiritando cada vez que se le da una orden y sufre como tics todo el tiempo. Ha ido recurrentemente al psicólogo del fuerte, pues sufre de crisis. El no sólo no quiere estar acá, sino que se le ha negado la baja, pese a que existe el antecedente de estar abiertamente contraindicado para la actividad. La razón de su permanencia es que, según la tradición, ser colorín es “espanta nucos”, es decir, donde hay colorín, no hay homosexuales. Aun cuando sea en la huesera, la unidad debe mostrar que tiene un colorín, como símbolo de que no tiene “maricones”. ¿Demencial? Quien sabe.

El panki es indisciplinado, se viste como quiere, lo aporrean y no obedece. Lo odian por que pagamos por su culpa. Es algo así como que no le importa que el resto sufra por su actitud. El ha sido golpeado varias veces por los mismos soldados y aunque algunos hemos tratado de razonar con él, su opción es bastante clara: no le debe nada a nadie y no tiene por que estar acá. Creo que es egoísta, pero no deja de tener razón. ¿Por qué pedirle un sacrificio a otra persona que no sea uno mismo?. Ha sufrido una crisis, por que le han golpeado en la ducha y le han amenazado con castrarlo si no empieza a obedecer. Los oficiales y los clases han solicitado su baja, no quieren un crimen en la unidad. Lo han separado de nosotros y lo enviaron a la enfermería. Públicamente se ríen de él, pero los comentarios dicen que están preocupados de lo que ya ha pasado antes: Han habido golpizas de los mismos soldados que han terminado en “accidentes” lamentables. Hasta ese momento no podía saberlo, pero en otro lado, en el regimiento Yungai, moría en los próximos meses Pedro Soto Tapia, a causa de una golpiza por ser supuestamente homosexual. ¿Lamentable accidente?

Se ha tramitado la baja de 8 soldados, entre ellos el panki y el colorín. El “Tendonitis” y otros no tienen justificación. Los exámenes han salido negativos y cumplirán la ley.

Otros 8 se han ido por distintas causas, entre ellas, cuñas con brigadieres, generales y otras cosas. El soldado rubio que vi obligado a comer, estaba castigado por su papá y le había pedido a un tío, que no le permitiera sacarse el servicio y le dieran un trato “especial”. Parece que le fue levantado el castigo, su mismo tío, un brigadier, fue a buscarlo a la cuadra.

Si Castro tuviera un “tío”, sería electricista y su mamá tendría menos problemas para parar la olla. Pero es difícil si se viene de la San Gregorio. Acá son varios de esos y pocos de los otros.

Lo que más molesta al parecer son los casos “especiales”, es decir quienes reciben tratos distintos por ser o muy buenos o muy malos. Se que no me quieren, pero no han tratado de golpearme todavía. Me pregunto si seré protegido por los superiores, o el odio no es tan grande.

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