lunes, agosto 13, 2007

Reivindicación del Pololeo. Una Acción Nacional.

Pololear es un término eminentemente chileno, no existe en otra parte, ni con otra acepción, ni con otro nombre. Es total y absolutamente nuestro.

“Pololo/a” se usa en nuestro país para designar al enamorado/a cuando se llega a una etapa de compromiso relativo, antes del matrimonio. El término pololear, también tiene una acepción de regaloneo mutuo y la felicidad que se siente al estar enamorados.

Existen dos teorías respecto al origen de la acepción actual, sin embargo, etimológicamente, el origen es único, el Mapudungun, el nombre que recibe el coleóptero “Sulcipalpus elegans”.

La primera, más románticona y poética, dice que el término proviene directamente de “Pulomen” o “Pululu”, conocido y “Ahuincado” como “Pololo”.

Así, ese “revolteo” del “pololo” se relaciona con la actitud de los enamorados al cortejarse, revoloteando como el coleoptero en cuestión que revolotea en torno a las flores y los colores que les llaman la atención. Así, los “pololos” revolotean en torno a las ilusiones, con esa jovial alegría que se siente cuando el mundo es totalmente luminoso.

La segunda versión es de origen más urbano, atribuye a un distintivo verde que usaban los bomberos en la solapa o en la corbata durante la segunda mitad del siglo XIX. Los voluntarios denominaban al distintivo como “pololo”, porque tenía la ilustración de uno de estos bichitos.

Como símbolo de amor, esta prenda era entregada a las enamoradas, quienes también la usaban en sus vestimentas, de manera tal que se empezó a reconocer a las chicas que estaban "pololeando" con un bombero y se les comenzó a llamar “pololas”.

En Chile el término se ha adoptado como el equivalente a la denominación de “novios” de otros países hispano hablantes.

Sin embargo, en Chile, “estar de novios” se refiere al período posterior a la formalización de la promesa de matrimonio. Es decir, novios son aquellos que han decidido, con aceptación de ambas partes contraer el Sagrado Vínculo. En cambio, el pololeo no representa necesariamente esta intención, sino más bien es el periodo de luminoso camino en que todo parece posible y se camina en eterna primavera de la mano del ser amado.

De la Situación Limítrofe


Estimados conciudadanos, compatriotas y queridos no connacionales (o no chilenos):

La situación con Bolivia ha mejorado ostensiblemente, pese a que han sido ambos cancilleres, boliviano y chileno, sitados a explicar el estado, objetivos y motivaciones de las negociaciones y conversaciones de la agenda bilateral de 13 puntos sin exclusiones, que como fin último (según entendemos todos), tiene el otorgar una solución al enclaustramiento boliviano.

Mientras Chile desea normalizar las relaciones con Bolivia y aumentar el intercambio comercial, sobre todo en la parte energética, nuestra contraparte mantiene su histórica aspiración de obtener una salida soberana al Pacifico (ellos dicen “Útil”, pero eso es muchísimo más complicado, para que sea útil, tendría que ser Mejillones o Taltal por ejemplo).

En eso estamos. Pero eso dependerá de que el Perú nos permita entregarle una salida al mar a Bolivia, por aquella zona que actualmente se encuentra en litigio (artificialmente en litigio).

En fin, han sido presentados los antecedentes y nos encontramos nuevamente en la desagradable situación: cada vez que Chile y Bolivia se acercan para determinar una salida razonable a una situación histórica, el Perú efectúa reclamaciones respecto a los límites que condicionarán el acuerdo que se pueda obtener.

Con respecto a los límites marítimos: Perú no se había dado cuenta de esto desde la firma del tratado de límites (1929 – 1986), durante los 39 años en que se declaró la línea de base para las 200 millas marítimas (1947-1986), 34 años de vigencia de los acuerdos de limitación y pesca (1952-1986). Ahora, durante los últimos 20 años, sólo en los últimos 3 se han materializado en actos estas reclamaciones. Es un poco tarde encuentro yo.

Pero temo por lo que puede ocurrir. A diferencia de Bolivia o Argentina, Chile y Perú son muy parejos en todas las cosas y son poco cooperativos entre si. Siempre Chile le ha ganado en lo económico, pero es más pequeño y con menos capacidades naturales. Es más homogéneo que Perú, pero tiene mucho menos gente.

En fin, temo lo que pueda pasar, nos necesitaremos tarde o temprano, y la unidad latino americana es un bien demasiado importante como para perderlo.

Pero acá el gobierno tiene cada vez menos popularidad y en Perú también hay poca popularidad de Alan García. Hay un tema artificial sobre la mesa y potencialmente es utilizable por ambos gobiernos (a mi me da la impresión de que así está siendo).

Yo confío en que los señores políticos, de ambos países van a pensar mucho antes de efectuar declaraciones y escuchar las cabezas calientes. No va a faltar quien va a pedir soporte naval para una flota de pesca o a detener buques Chilenos que operan en el sector. Y cuando eso pase, vamos a responder enérgicamente.

No nos dejemos impresionar por un decreto que señala, lo que en rigor Perú ha estado reclamano, sin mucha razón ni sustento legal según encuentro yo, pero como una aspiración legítima: mejorar su situación geopolítica. Esperemos a la Haya, preparémonos para lo jurídico, seamos razonables. Por favor, seamos razonables.